El 84% de la población española aceptaría regulaciones ambientales más estrictas para proteger el planeta. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del estudio ‘Nuestro Planeta’, efectuado recientemente por Kantar Public en 10 países*, entre ellos España.
España es el país entre los analizados en el estudio con el porcentaje más alto de personas dispuestas a aceptar normativas más estrictas para proteger el planeta, seguida de Singapur (83%) y Polonia, Nueva Zelanda y Reino Unido (las 3 con un 79%).
La conciencia pública no siempre es sinónimo de acción pública desde un punto de vista personal. A pesar de esta preocupación generalizada, los encuestados expresan una opinión mixta sobre las acciones que deben tomarse para proteger el planeta y el medio ambiente ya que, a pesar de aceptar mayores regulaciones, 4 de cada 10 encuestados en España considera que realmente no necesita cambiar sus hábitos para preservar el medio ambiente y el planeta.
Además, el 71% de los encuestados en España piensa que el cambio climático es el principal desafío ambiental al que se enfrenta el mundo, por delante de la contaminación del aire, el impacto de los desechos, la contaminación del agua y la propagación de nuevas enfermedades.
En el plano personal, entre los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, 2 de cada 3 (66%) dicen haber sentido el impacto del cambio climático en su esfera personal, el 86% en el ámbito nacional y el 90% a nivel global pensando más allá de nuestras fronteras. En el conjunto de países analizados, en promedio, los porcentajes bajan: el 55% de sus ciudadanos dice que ha sentido el impacto del cambio climático a nivel individual, el 76% piensa que ha habido un impacto a nivel nacional y el 78% dice que el impacto es a nivel global.
El 40% de los españoles se describe a sí mismo como altamente comprometido con la preservación del planeta, mientras que solo el 13% piensa que lo mismo del Gobierno de nuestro país. Una proporción aún menor (9%) considera que las grandes empresas están muy comprometidas con la preservación del medio ambiente.
Es innegable que los ciudadanos están preocupados por el estado del planeta, pero algunos datos recogidos plantean dudas sobre su nivel de compromiso para preservarlo. En lugar de traducirse en una mayor disposición a cambiar sus hábitos establecidos, las preocupaciones ambientales de los ciudadanos se centran particularmente en su evaluación negativa de los esfuerzos realizados por sus respectivos gobiernos.
El 70% de los españoles dice que reducir los residuos y aumentar el reciclaje es "muy importante". Una proporción similar menciona el freno a la deforestación (72%) y la protección de las especies animales en peligro de extinción (65%) como medidas muy importantes para proteger el planeta.
Sin embargo, por ejemplo, solo una minoría de los españoles prioriza en este sentido la reducción de los viajes en avión (26%) y el aumento del precio de los productos que no respetan los criterios medioambientales (33%). Del mismo modo, únicamente el 28% concede importancia en este ranking a la prohibición de los vehículos que utilizan combustibles fósiles. Mientras que, en este mismo indicador, una minoría -aún más reducida- sostiene que disminuir el consumo de carne y el comercio internacional (18%) son prioridades importantes para preservar el medio ambiente y el planeta.
La conciencia generalizada de la importancia de la crisis climática, que se ilustra en este estudio, aún no se ha combinado con una disposición efectiva a actuar. De hecho, a los ojos de muchos ciudadanos, las instituciones públicas serían, desde su punto de vista, quienes podrían dar el siguiente paso.
España es el país entre los analizados en el estudio con el porcentaje más alto de personas dispuestas a aceptar normativas más estrictas para proteger el planeta, seguida de Singapur (83%) y Polonia, Nueva Zelanda y Reino Unido (las 3 con un 79%).
La conciencia pública no siempre es sinónimo de acción pública desde un punto de vista personal. A pesar de esta preocupación generalizada, los encuestados expresan una opinión mixta sobre las acciones que deben tomarse para proteger el planeta y el medio ambiente ya que, a pesar de aceptar mayores regulaciones, 4 de cada 10 encuestados en España considera que realmente no necesita cambiar sus hábitos para preservar el medio ambiente y el planeta.
España, el país con más personas preocupadas por el cambio climático
En lo que respecta al cambio climático, muchos se sienten afectados personalmente y una gran mayoría considera que el cambio climático está teniendo un impacto a nivel nacional y mundial. En este sentido, España es el país entre los analizados donde más preocupación ciudadana hay por el cambio climático y sus consecuencias: un amplio 93% de los españoles confirma su preocupación personal al respecto.Además, el 71% de los encuestados en España piensa que el cambio climático es el principal desafío ambiental al que se enfrenta el mundo, por delante de la contaminación del aire, el impacto de los desechos, la contaminación del agua y la propagación de nuevas enfermedades.
En el plano personal, entre los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, 2 de cada 3 (66%) dicen haber sentido el impacto del cambio climático en su esfera personal, el 86% en el ámbito nacional y el 90% a nivel global pensando más allá de nuestras fronteras. En el conjunto de países analizados, en promedio, los porcentajes bajan: el 55% de sus ciudadanos dice que ha sentido el impacto del cambio climático a nivel individual, el 76% piensa que ha habido un impacto a nivel nacional y el 78% dice que el impacto es a nivel global.
El compromiso de los gobiernos y las empresas
Cuando se trata de evaluar su acción individual frente a la de otros actores clave -como gobiernos, medios de comunicación y grandes empresas-, los ciudadanos encuestados se ven a sí mismos más comprometidos con el medio ambiente que cualquiera de estas instituciones.El 40% de los españoles se describe a sí mismo como altamente comprometido con la preservación del planeta, mientras que solo el 13% piensa que lo mismo del Gobierno de nuestro país. Una proporción aún menor (9%) considera que las grandes empresas están muy comprometidas con la preservación del medio ambiente.
Acciones para frenar el cambio climático
Preguntados sobre qué acciones deben priorizarse, los encuestados atribuyen mayor importancia a las medidas que ya son hábitos establecidos (como el reciclaje) o que requieren un menor esfuerzo individual, o por los que tienen poca o ninguna responsabilidad directa.Es innegable que los ciudadanos están preocupados por el estado del planeta, pero algunos datos recogidos plantean dudas sobre su nivel de compromiso para preservarlo. En lugar de traducirse en una mayor disposición a cambiar sus hábitos establecidos, las preocupaciones ambientales de los ciudadanos se centran particularmente en su evaluación negativa de los esfuerzos realizados por sus respectivos gobiernos.
El 70% de los españoles dice que reducir los residuos y aumentar el reciclaje es "muy importante". Una proporción similar menciona el freno a la deforestación (72%) y la protección de las especies animales en peligro de extinción (65%) como medidas muy importantes para proteger el planeta.
Sin embargo, por ejemplo, solo una minoría de los españoles prioriza en este sentido la reducción de los viajes en avión (26%) y el aumento del precio de los productos que no respetan los criterios medioambientales (33%). Del mismo modo, únicamente el 28% concede importancia en este ranking a la prohibición de los vehículos que utilizan combustibles fósiles. Mientras que, en este mismo indicador, una minoría -aún más reducida- sostiene que disminuir el consumo de carne y el comercio internacional (18%) son prioridades importantes para preservar el medio ambiente y el planeta.
La conciencia generalizada de la importancia de la crisis climática, que se ilustra en este estudio, aún no se ha combinado con una disposición efectiva a actuar. De hecho, a los ojos de muchos ciudadanos, las instituciones públicas serían, desde su punto de vista, quienes podrían dar el siguiente paso.