Con el pico inflacionario, gran parte de los países latinoamericanos presentaba un escenario macroeconómico peor en el tercer trimestre del 2022, con impactos visibles en el consumo. Este fue el período donde vimos una mayor distancia entre el desempeño del PBI y el del mercado de consumo masivo.
La racionalización, la omnicanalidad y la priorización de categorías ocurrieron en todos los perfiles del consumidor, pero hay particularidades en cómo lo hacen.
¿Cómo consume cada perfil del consumidor?
Familias de 5 o más personas reducen un 4%su volumen de compra, mientras que las de 1 a 2 personas lo incrementan un 2%, pero gastando casi un 40% menos en FMCG. En los extremos, los hogares sin hijos aumentan un 7% su volumen, mientras que los hogares con hijos entre 6-12 años son los que más lo reducen.
Considerando los niveles socioeconómicos, el Alto es el único que logra mantener volumen, con un gasto en FMCG de USD 1270 al año. Incluso logra recuperar su consumo fuera del hogar sin necesidad de reducirlo dentro del hogar. Casi la mitad de su gasto adicional es direccionado a Alimentos, y no solo en productos básicos, sino que también en indulgencias.
Por otro lado, para el NSE bajo FMCG tiene peso relevante dentro de su gasto. Pese a que gaste poco, se vio obligado a reducir el volumen. Sin embargo, son los responsables de la recuperación de Belleza – representan el 65% del crecimiento en volumen de esta canasta, desde segmentos más básicos y marcas más baratas.
Ya la clase media incluso reduce más que el NSE bajo la cantidad comprada, lo que en principio puede resultar inesperado – más fuertemente en categorías de alto incremento de precios. Salvo para productos que permiten adquirir formatos más pequeños, así reduciendo el ticket. En donde no hay posibilidad de hacerlo, pueden migrar a marcas más económicas como las Marcas Privadas.