Junto a la pandemia, el consumo de artículos de limpieza vivió un auge, el que parece comenzar a quedar atrás. Podemos ver que la canasta de cuidado del hogar es la que más disminuye dentro de las compras de las familias, por la inflación. Esto quiere decir que una leve parte del presupuesto antes destinado para este ítem está aportando en categorías que las personas consideran que son más “necesarias”.
Hemos visto que los hogares les están dando prioridad al consumo de bebestibles, alimentos y lácteos. Si bien, durante el inicio de la pandemia y las primeras cuarentenas hubo aumento en la canasta del hogar, hoy ya no es tan relevante para el consumidor, lo que se puede atribuir a la presión inflacionaria y a cierto acostumbramiento al COVID-19.
El contexto económico hace que el comprador que quiere maximizar su presupuesto visite más los puntos de venta con carros de compra más pequeños. Vemos una disminución de su compra por acto del 19% en el último trimestre y recuperación de la frecuencia de compra (+3%). Incluso, durante el último año, los hogares del grupo D y E, quienes tienen un menor poder adquisitivo, fueron los que impulsaron una mayor baja del consumo y también en la contracción de la canasta de cuidado del hogar.
Comprender las oportunidades en una canasta a la baja puede volverse un desafío, pero para ello es importante comprender en profundidad el detalle de cada categoría: 404 mil hogares dejaron de comprar Desodorantes ambientales el último trimestre, siendo la categoría más afectada. Sin embargo, hay categorías que sí lograron ganar penetración a pesar del contexto contractivo, como fueron los Limpiadores y Desinfectantes.
¿Quieres saber más sobre cómo aprovechar las oportunidades en tu categoría y cómo desarrollar estrategias para su marca? Consulta a uno de nuestros expertos